¿En qué momento estás?... (Primera parte)
A mí me dan gracia los dos grandes consejos que nos da el
cine de Hollywood: “Todo saldrá bien” y el de “Sé tú mismo”. Me gustaría detenerme en el de “sé tú mismo”
porque para conseguirlo debes tener un domino sobre tu carácter y conocer tus
reacciones bajo presión, los cuales son dos atributos que dan seguridad en las
relaciones personales, y prácticamente en cualquier cosa que hagas.
Ya el oráculo de Delfos lo decía: Conócete a ti mismo. Y sí,
en este mismo sentido buscamos un pensamiento moderno, nos encontraremos con
otra máxima: Mira a los demás para conocerte a ti mismo. Ambas son ideas que surgieron con siglos de
diferencia pero que buscan la misma meta. Ahora bien, para hacerlo más interesante
busquemos un punto intermedio entre la distancia de estos siglos; la biblia,
por ejemplo, enseña: Niégate a ti mismo.
Ahora ya tenemos tres formas de pensar y actuar para conseguir un mismo
objetivo: ¡Conocerte!
La pregunta ahora sería ¿Cuál de estas propuestas, es la
respuesta correcta para ti? La primera, se basa en tu interior, en ti mismo; en
otras palabras la solución eres tú. La
segunda, se basa en el exterior, tienes que utilizar a los demás como un
espejo; en otras palabras la solución está en los demás. Y la tercera, nos plantea una solución todavía
más compleja, ya no está en el interior, ni en el exterior; el renunciar a ti,
significa que elevas todo a un plano espiritual del que ya no tienes control.
La pregunta natural en occidente es: ¿Cuál de estas posturas
vas a elegir? ¿Cuál enseñanza vas a seguir? Te estoy dando a elegir, entre
sabiduría que se contrapone y contradice una con la otra; sí eliges a una de
las tres, tendrás que renunciar a las otras dos. O por lo menos esta es la tendencia
actual en nuestro modo de vida, tienes que decidirte por una cosa, parece que
tienes que estar siempre posicionado sobre lo blanco o lo negro, eres mi amigo
o mi enemigo, esto es muy fácil de observar en la forma en que nos comunicamos
en las redes sociales.
Sin embargo, en este caso (aunque ahora mismo no me vayas a
creer) no es necesario renunciar a ninguna de ellas, es más, estoy convencido
que las tres se complementan. Creo que
lo importante no es el camino de sabiduría que elijas, sino el momento de tu
vida que la aplicas.
Esto quiere decir, que cualquiera de estos tres conocimientos
tendrás que aplicarlos, dependiendo de tu edad, y de las circunstancias que te
rodean. Hay un par de años que te convendrá negarte a ti mismo; abra un momento
en que reconocerte en los demás te hará crecer; y abra días y muchos, que
tendrás que buscar en tu interior.
Por eso te propongo una reconciliación entre estos pensamientos y no deseches ninguno. Y ahora. La pregunta lógica que seguiría es: ¿En qué momento de tu vida estas?
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