¿Eres disciplinado o te autoexiges?
Se tiende a confundir la disciplina con la autoexigencia, cabe aclarar que una cosa es tener una rutina con hábitos establecidos que te permitan cumplir con tus metas y objetivos, pero algo muy diferente es llegar a un nivel de autoexigencia donde eres rígido contigo mismo, básicamente cuando una persona llega a este nivel de autoexigencia, comienza a desarrollar síntomas de estrés y ansiedad de modo que en lugar de permitir cumplir con los objetivos, puedes quedar paralizado por el malestar emocional que provoca la autoexigencia.
A veces las personas quieren cumplir con muchas tareas al tiempo, pero no son conscientes de que esta práctica afecta la mente y el cuerpo y es por eso por lo que el resultado puede ser el agotamiento.
- Para, piensa y prioriza
El agotamiento es un indicador de sobre exigencia, recuerda que debes ir en orden con calma y dar pasos cortos. No es tu obligación hacer lo que no te gusta, tus objetivos deben ir acompañados de mucha motivación, por eso elige siempre lo que te gusta y disfrutas, siempre estamos en constante aprendizaje.
Aprendamos juntos a incluir en nuestros planes los imprevistos, los posibles cambios y la posibilidad de que nuestros proyectos no salgan como no esperábamos, aprendamos a no juzgarnos por ello, a aceptar que no todo depende de nosotros y que el “margen de error” es parte de la vida y de cada proceso.
Dales la bienvenida a los imprevistos, aunque produzcan miedo siempre llegan para enseñarte algo nuevo.
Por ello, es relevante atender las necesidades emocionales, recuerda que es importante ir con calma así que hoy vas a parar y pensar:
- ¿Qué meta tengo para esta semana?
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